Mi papá toda la vida le ha gustado la música de las Big Band, por lo que yo crecí escuchando grandes canciones como In The Mood, Moonlight Serenade, Sing Sing Sing y muchas otras que en decenas de cassettes sonaban en la casa o en el auto.
Para quien no sepa qué es una Big Band, es una orquesta conformada por un grupo amplio de músicos de jazz que tocan conjuntamente. Por lo general, una banda de este tipo incluye varias trompetas, trombones, saxofones, clarinetes, flautas, piano, guitarra, bajo, batería entre otros instrumentos.
Lo genial de la Big Band, es que no solamente todos los instrumentos suenan de forma armónica, sino que cada uno suele tener sus espacios o ‘solos’ para que el músico pueda sacar lo máximo de su instrumento, mientras el resto de la banda le acompaña.
¿Por qué digo que una Big Band parece una organización?
Pues porque las empresas deben en lo habitual funcionar como una orquesta sincronizada y a ritmo.
Pero, existen ocasiones en la que un empleado o departamento tiene la oportunidad de, por ejemplo, liderar un proyecto. Es ahí donde el resto de la organización debe seguir al ritmo de la música, en perfecta sintonía, y el departamento 
designado tiene la oportunidad de fijar el ritmo de la banda.
El rol del líder es fundamental en una Big Band. No solo está el que dirige la orquesta, también en cada departamento (instrumento musical) hay quienes marcan el ritmo y guían a los demás miembros de su área. Toda esta sintonía es lo que hace que una orquesta de este tipo produzca una música que ha gustado a tantas generaciones.
En las organizaciones ocurre lo mismo. Existe el director de orquesta, pero también los líderes en cada grupo o departamento. Una empresa sólida es aquella que promueve, impulsa y reconoce estos liderazgos.
Pero una Big Band no sería lo mismo con un solo trompetista o un solo saxofonista. La esencia de su música, además de sus acordes, está en la variedad y cantidad de músicos.
Mismo ocurre en las organizaciones. Todos los colaboradores son fundamentales para el éxito, y es importante que tanto supervisores como líderes sepan reconocer y valorar tanto el rol como el aporte de cada miembro.
Para cerrar, te invito a escuchar esta versión de Sing Sing Sing y nos comentes ¿qué otro parecido encuentras entre una Big Band y una organización?
Miguel López Guia 